miércoles, 5 de diciembre de 2012

La objetividad sí es un valor del periodismo

Hoy se bastardea a la objetividad al punto de ubicarla como un disvalor del periodismo, cuando es exactamente lo contrario. El hecho de que todos los periodistas seamos subjetivos y siempre interpretemos lo que acontece no supone que no podamos tomar la objetividad como un norte profesional.
Con la altanería del sofista que repite discursos ajenos, los defensores del periodismo militante aman decir que la objetividad no existe, lo que es igual a decir que no existe Papá Noel.
La objetividad no existe para el periodista, como el milagro para el médico. Pero en ambos casos hay una meta que nivela para arriba la profesión.
La objetividad no es posible, como tampoco es posible lo que en los últimos tres años se ha dado en llamar en la Argentina periodismo militante, un concepto formado por dos términos opuestos: periodismo y militancia. Porque el periodismo es tomar distancia y la militancia, tomar partido. No obstante, la objetividad como un valor del periodismo, tiene un sentido positivo y no nivela la calidad profesional para abajo, como sí el periodismo militante.
La objetividad es una quimera con valor de norte profesional. Como la justicia, para el juez. ¿Qué es la justicia? ¿Qué es la objetividad? Propósitos, ideales, nortes profesionales. El médico trabaja para la mantener la salud, para mejorar la calidad de vida y para alargar las vidas. Pero todos nos moriremos un día. Entonces, la salud para el médico es un norte profesional.
En un punto –y, si existiese– el periodismo militante de nuestros días supone ocultar cosas que sí le importan y atañen a la sociedad. Es decir, desinformar. Y esto no es periodismo. El periodismo protector de gobiernos no existe. Tampoco, el que defiende a ultranza a sectores económicos, o a candidatos de la oposición, en desmedro del interés común. Todo eso es publicidad y propaganda.
El periodismo faccioso, de bandos deliberados, se abandonó a mediados del siglo XIX en la Argentina. Y nunca fue masivo, porque los públicos prefieren la información. Hoy, en el siglo XXI, tampoco lo es. Fracasan.
El oficialismo, la oposición y el sectorialismo son los disvalores del periodismo. El rigor, la imparcialidad, la pluralidad y, en todo caso, la objetividad, sus valores.

sábado, 15 de septiembre de 2012

Violencia de género

En la lengua española las palabras tienen género, masculino o femenino, pero en algunos casos esto importa poco. Acá, una pequeña lista sobre equívocos cotidianos, en los que con frecuencia incurrimos los periodistas.

· Primera es un adjetivo femenino que en la Argentina sufre discriminación. Habría que denunciarlo en el Inadi. Bueno, no tanto. Pero lo cierto es que primera ya casi no se usa. En su lugar se usa el masculino: primer. Para todo. Por ejemplo estaba riquísima la primer pizza o mi primer cama era de una plaza. ¿Te imaginás a Jesús diciendo el que esté libre de pecados que arroje la primer piedra? Quizás Jesús de Laferrere sí.
· Las agencias de noticias suelen difundir cables en los que los periodistas se refieren al crecimiento del sector automotriz, lo que es tan incongruente como aludir al crecimiento de la industria automotor.
· Las personas que salen a correr a menudo dicen que participarán de una maratón solidaria, cuando debieran participar de un maratón solidario.
· Al aula, un sustantivo bien femenino, a veces se la trata como si fuese masculino. Vamos a ese aula, que es más grande.
· La Anses es la Administración Nacional de la Seguridad Social y, sin embargo, muchos van a hacer trámites en el Anses.
· Cuando vas a recalentar una comida que tenías en la heladera lo hacés en la microondas, cuando lo correcto sería hacerlo en el (horno de) microondas que genera las microondas (ondas electromagnéticas) para cocinar.
· Si vas a presentar un currículum, no te olvidés de ponerle los tildes a las palabras. Aunque también podés ponerle las tildes. Da igual.
· En algunos lugares hace mucha calor, lo cual está aceptado, pese a que el sustantivo es masculino. Hambre, por el contrario, es femenino. Sin embargo, como comienza con ha tónica, se dice el hambre como también el águila, el agua o el alma. Y, si tenemos mucho hambre, eso está tan aceptado como tener mucha hambre. De todas maneras, en ambos casos lo mejor sería comer.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Palíndromos y anagramas

Los anagramas y los palíndromos forman parte del costado irónico de la lengua.
Es grato descubrir que con las mismas letras de una palabra se puede formar otra y que, a su vez, los significados de ambos vocablos tienen una conexión.
Es grato porque no es fácil descubrir anagramas; y menos aún, los palíndromos. En términos lúdicos, si descubrir un anagrama es un póquer, formar un palíndromo –palabra o frase que se lee de izquierda a derecha y viceversa– sería una escalera color real.
Respecto de los palíndromos, mi amigo Exequiel Svetliza (en Twitter, @Pollosvetliza) me hizo reflexionar sobre su importancia: en el cuento Satarsa, de Julio Cortázar –indicó–, los palíndromos son clave para entender la realidad (otra).
Eduardo Pasquale (@EduardoPasquale) se animó a más: señaló que, aunque para muchos Diego Armando Maradona es una deidad, así Maradona no dará misa (palíndromo). Y a eso le agregó: decían por ahí que Maradona andaba pidiendo las cervezas con un «Sí, otra Artois», lo que dado vuelta se lee igual. Interesante, ¿no?
En cuanto a los anagramas, el uruguayo Ricardo Scagliola (@radicalfreedom) marcó que monja es anagrama de jamón y el rosarino Mauricio Maronna (@MauricioMaronna), que argentinos es anagrama de ignorantes. De todas maneras, también hay que resaltar que Argentina es anagrama de gran etnia.
Acá ofrezco una humilde lista de anagramas que he ido tuiteando en los últimos meses. Si a ustedes se les ocurren otros más, comenten y la engrosamos. Y, si encuentran por ahí un palíndromo, nos tomamos un fernet para festejar.

· Iván de Pineda es anagrama de vanidad en pie.
· Moria Casán es anagrama de mona arisca.
· Diego Maradona es anagrama de mago adinerado.
· Diego Maradona también es anagrama de adorado enigma.
· Eduardo Feinmann es anagrama de un nene difamador.
· Eduardo Feinmann también es anagrama de rufián enmendado.
· Caruso Lombardi es anagrama de simulador cobra.
· Beto César es anagrama de ¿este cobra?
· Daniel Scioli es anagrama de indeciso allí.
· Estados Unidos es anagrama de oso desnudista.
· Tierra del Fuego es anagrama de aguerrido flete.
· Noviembre es anagrama de mover bien.
· Brasil es anagrama de silbar (como João Gilberto quizás).
· Catherine Fulop es anagrama de fantoche pueril.
· Andrés Calamaro es anagrama de armar escándalo.
· Satanás es anagrama de sanatas.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

La cortadora

Despierta un pasto
en el jardín,
despierta un pasto,
duermen los otros.

Lo que ha crecido
hay que cortarlo.

El pasto observa
a su alrededor:
en un rincón
la cortadora su filo afila.

Lo que ha crecido
hay que cortarlo.

El sol brillante
brilla en el cielo,
brilla en el filo:
la cortadora
en su rincón
ya está dispuesta.

Lo que ha crecido
hay que cortarlo.

El pasto alerta
a los otros pastos,
grita alarmado;
gritan despiertos
los otros pastos:
la cortadora
resuelta avanza.

Lo que ha crecido
hay que cortarlo.

(Leónidas Lamborghini, Cancionero del pillo)

miércoles, 29 de agosto de 2012

Que los libros actúen

A Mariano Ferreyra lo mataron el 20 de octubre de 2010. Participaba de una protesta cuando sufrió un balazo en el pecho que provino de una patota de la Unión Ferroviaria, un gremio afín al gobierno kirchnerista. Diego Rojas investigó el homicidio y escribió ¿Quién mató a Mariano Ferreyra?, un libro que salió a la venta en marzo de 2011, apenas cinco meses después del crimen. Pero la causa judicial siguió y, en paralelo, también su investigación periodística. Desde entonces, algunas cosas pasaron: el líder de la UF, José Pedraza, continúa preso y se produjo el accidente ferroviario de Once, que provocó la muerte de 51 pasajeros y evidenció las miserias del sistema de transporte metropolitano. Rojas no abandonó la faena y en los próximos días las vidrieras de las librerías ofrecerán una publicación ampliada del libro. Una segunda edición que, según dijo, espera que “actúe” y acabe desnudando los lazos oscuros entre el poder político y lo más rancio del sindicalismo argentino.

Rojas, de 35 años, escribe en el portal plazademayo.com y en Perfil. Trabajó en la revista Veintitrés y colaboró en Ñ –el suplemento cultural de Clarín–, en ADN –el de La Nación– y en Clarín. Por ¿Quién mató a Mariano Ferreyra? fue llamado como testigo en el juicio por el asesinato del militante del Partido Obrero (PO), agrupación política en la que también militó y a la que ahora –declara– adhiere y alienta con el apego de un trotskista infalible.

En una charla de 40 minutos con la Maestría en Periodismo de Clarín, en el señorial bar porteño Brighton, Rojas anticipó parte del contenido de la segunda edición de ¿Quién mató a Mariano Ferreyra? y también se explayó sobre Twitter: en su cuenta, @zonarojas, tiene casi 8.700 seguidores y es un usuario muy activo. Tan es así que hace dos meses presentó Argentuits, una recopilación de tuits de personalidades de esta red social.

Con un vaso de trago largo de negroni –su bebida predilecta– y unos bocaditos típicos del Brighton, sentado frente a la ventana que da a la calle Sarmiento al 600, Diego Rojas también reflexionó sobre el presente y el futuro del periodismo argentino y mencionó a los periodistas que admira. Y también a los que desprecia.

–¿Qué leeremos en la ampliación de la investigación del crimen de Mariano Ferreyra?
–Después de la publicación de la primera edición, continué siguiendo el caso y descubrí testigos y personas relevantes. Los pude entrevistar en un momento posterior al cierre del plazo judicial de entrega de pruebas. Por eso, en el juicio voy a poder aportar estas pruebas que van a tener que incorporarse a la causa. La segunda edición contiene estas novedades. Por ejemplo, un capítulo sobre el accidente de Once, porque tiene los mismos responsables empresariales y políticos. Yo, en realidad, lo llamo masacre de Once, más que tragedia, porque tragedia es algo que surge fortuitamente. Acá, en cambio, hay responsables. Esto es un asesinato colectivo. La segunda edición también tiene todo lo que sucedió después del asesinato de Mariano Ferreyra y un capítulo con las escuchas judiciales, que son muy reveladoras. Están al crudo, como documento.

–¿Qué esperás de esta segunda edición?
–El asesinato de Mariano Ferreyra fue un caso que me conmovió muchísimo en lo personal. Es un caso muy serio. Muy contundente. Da cuenta de la forma de hacer política en esta sociedad. Por eso, pienso en la investigación como una herramienta. Rodolfo Walsh se proponía que un libro actúe. Y creo que de eso se trata: de aportar al esclarecimiento del crimen, desde el periodismo.

– Al momento de cometerse el homicidio de Mariano Ferreyra, el gobierno tenía una relación estrechísima con el sector involucrado en el asesinato. ¿Hoy cómo está ese vínculo? ¿Qué ha cambiado?
–El gobierno kirchnerista se basa en esto que se ha dado a conocer como relato. Es una elaboración discursiva alejada de los hechos. En efecto, aunque puedan expresar que condenan este crimen, en el gobierno siguen sosteniendo a los funcionarios responsables durante el asesinato; el gobierno sigue teniendo relaciones con el sindicalismo que llevó adelante la tercerización de trabajadores y accionó mediante patotas y barrabravas para reprimir la protesta social no usando las fuerzas represivas estatales; hasta hace dos meses, el principal candidato de la CGT kirchnerista era Gerardo Martínez, que fue un servicio de inteligencia de la dictadura y conocido por sus patotas. El caso condensa todo esto. (Juan Pablo) Schiavi renunció al cargo de secretario de Transporte por un problema coronario, no por las 51 personas muertas en la masacre de Once. Y la presidenta (Cristina Fernández de Kirchner) dijo: “pobre Schiavi”. El subsecretario de Transporte Ferroviario (Antonio Luna), responsable de las tercerizaciones y de la masacre de Once, sigue en el cargo. Sobrevivió a (Ricardo) Jaime (exsecretario de Transporte durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner) y a Schiavi. ¿Entonces? Hay un problema de impunidad y vamos a ver qué sucede con este juicio. El juicio, finalmente, resolverá en términos formales y concretos un homicidio. Va a estar buenísimo que los responsables materiales e intelectuales sean condenados. Pero después queda todo lo demás. El juicio puede exponer todos estos problemas y puede plantearlos como un catalizador de todo eso. Servir como medio de exhibición.

–Entre la primera y la segunda edición del libro escribiste otro, Argentuits, sobre algo bastante menos duro: Twitter. Da la sensación de que cuando uno cuenta fuera de Twitter lo que ocurre en esta red social es como contar un chiste de Mafalda: nadie se ríe ni lo entiende, porque es de lectura individual. ¿Cómo es, entonces, escribir nada menos que un libro sobre lo que pasa en este gueto?
–La regla marca que lo que pasa en Twitter queda en Twitter. Por eso, ese era, precisamente, el objetivo o la hipótesis: poder contar en un libro lo que pasa en Twitter. En la Argentina hay un millón de usuarios registrados, pero deben usarlo 400.000 personas cotidianamente. Es un gueto grande, aunque gueto al final. Pero es muy potente, es muy interesante y plantea una nueva forma de lo digital. Que es una nueva forma de socialización es evidente y no es nuevo. Pero sí que había que darle un lugar en el objeto libro. Porque el objeto libro todavía sigue siendo algo que permite pensar al mundo en su totalidad. Nada de lo humano le es ajeno al libro. Entonces, había que pensar en un libro sobre Twitter. Fui a la editorial Planeta y le planteé a Ignacio Iraola (el director): “che, tenemos que hacer algo con Twitter”. Entonces, se planteó la posibilidad de hacer un libro más teórico, o bien, mostrar Twitter directamente, exhibir una cierta cantidad de tuits y ponerlos en otra perspectiva que no sea la de Twitter mismo. Así, pensamos en la relación Twitter y política y de diversos usuarios de la red.

–Pero no hay nada más alejado de Twitter que un libro.
–No tanto. Mirá: organicé una entrega de premios, los premios Argentuits, que creo que fue una forma divertida de presentar el libro y de difundirlo. Ganó Jorge Asís (en Twitter es @CayetanoAsis), que cuando se le entregó el premio expresó que era la primera vez que lo votaban y ganaba algo. Y dijo: “qué extraño es ver mi obra”. Es decir, ¡consideraba a sus tuits como parte de su obra! Si uno lo piensa en una perspectiva total del legado cultural que una persona puede realizar, no está mal pensar en los tuits como parte de una obra, aunque suene extraño.

–¿Vos creés que un tuit es una producción literaria?
–Puede serlo. Hubo un par de concursos. El primero que hubo sobre Twitter y literatura lo auspició un banco y había que usar el hashtag #UnaNoche. Ganó Soledad Vallejos (periodista; en Twitter, @SoleVallejos), que en realidad era un retuit de algo, al que le agregaba una parte… es decir, un tuit muy boludo, que no tenía la intención de ser literario. Era de lo más común. Yo creo que Twitter tiene su propia narrativa. Hay que pensar en los personajes de Twitter: La doctora Alcira Pignata (@drapignata), Pibe Trosko (@pibetrosko) o Quijote Conserva (@QuijoteConserva). Tienen narrativa de Twitter. Inclusive, otros tuiteros, que no son fakes como estos, también incorporaron esta narrativa.

–¿Twitter es un reflejo de la sociedad?
–Es un reflejo distorsionado. Por esto de lo segmentado. Sin embargo, es un gueto de personas culturizadas, de sectores medios que tienen acceso a una computadora todo el tiempo, o a un teléfono inteligente. Es la clase media, a la que se le atribuye alguna influencia más interesante que a las demás. Desde ese punto de vista, sí.

–¿Es para tomarse en serio Twitter?
–Ya se lo toma en serio. Cuando ves la cobertura de una noticia importante, esta no está completa en un diario si no dice: “así se vivió en Twitter”. Esto no está mal. Una de las partes del libro, la primera parte, se llama Hashtags. Recorre diversos acontecimientos de importancia. Por ejemplo, #Once, #Malvinas, #YPF, #Kirchner (cuando murió) o #MarianoFerreyra (cuando lo mataron). La idea fue ver cómo intervinieron ante esos acontecimientos, desde su cuenta, los políticos y la gente de a pie.

Periodismo

–¿Sos periodista militante?
–Habría que ver qué es un periodista militante. Tanto las columnas de (Joaquín) Morales Solá como las ediciones de 678 se inscriben en el periodismo militante, ciertamente, pero un periodismo militante alejado de lo que yo considero que sería una militancia productiva, razonable y necesaria para la sociedad.

–¿Y cuál sería esa forma de periodismo militante?
–Una que apunte a la transformación social y radical de la sociedad. En cambio, en estos casos, una es defensora de lo peor de la gestión del Estado por parte del gobierno kirchnerista y la otra apunta a defender intereses corporativos. Eso es el periodismo militante hoy. Yo antes hacía periodismo cultural y hoy hago periodismo político. Es divertido el cambio. Yo vengo del trotskismo. Soy trotskista. Soy un simpatizante activo del Partido Obrero y del Frente de Izquierda. Y en ese marco hay causas y movimientos de la sociedad que me interesan desde una perspectiva de clase. Está bueno poder hablar sobre estas cosas desde esta perspectiva y tratando de difundir estas cosas que muchas veces no se difunden. Tanto en Perfil, donde escribo casi semanalmente, como en plazademayo.com, hago más o menos lo que me gusta en ese sentido. Entonces, podría decir que hay una forma de periodismo militante. Pero, claro, no es aquel como el de 678 o el clarinista que defiende y aboga por Clarín.

–¿El periodismo vive un buen momento o un mal momento? ¿Creés que el kirchnerismo nos habrá hecho mejores periodistas o peores periodistas?
–Creo que está bueno. Es un momento fascinante y, a la vez, pernicioso. El Estado crea un aparato de propaganda en el que se anota una cantidad de periodistas, a muchos de los cuales yo conozco. Yo laburé muchos años en la revista Veintitrés. Y estoy convencido de que son más inteligentes de como aparecen en sus textos defendiendo y justificando lo indefendible y lo injustificable. Y esto se debe a que hay un aparato estatal de propaganda que les provee salarios y muchos lugares de privilegio que de otro modo no tendrían.

–Pero en el medio están quienes lo hacen por una convicción real.
–Seguro. Pero… yo no sé. Hay uno que se llama Demetrio Iramain, que es un periodista de Tiempo Argentino, que trabajó con la Fundación Madres de Plaza de Mayo, y que a mí me cae muy mal. Evidencia un derrumbe de valores políticos, morales e ideológicos importantes. Tiene textos que son buenísimos. Hay uno que se llama La revolución era esto, refiriéndose al plan Milanesas para Todos. Es decir, Milanesas para Todos es la revolución. No creo que esta gente sea tan poco inteligente. Hay algo que está dando vueltas por ahí. Y, si lo fueran, si esto fuera un texto honesto, mostraría un derrumbe total, intelectual, moral, político, de todo tipo. Esto no sólo pasa del lado del gobierno. Quiero decir: hay, ciertamente, un ánimo destituyente si uno observa algunas acciones que el periodismo editorialista de ciertos medios, como Clarín y La Nación, querría llevar adelante. Ninguno de los dos extremos es bueno. Pero, ahora, sin que me oponga a que se descorporativice a Clarín, porque me parece que está bien que se descorporativice Clarín, me parece que se va a construir un aparato de medios estatal o paraestatal o de propaganda estatal que es muy pernicioso. El poder del Estado es el poder más concentrado. Es eso. Es el pavor. Es como salir de Guatemala para ir a Guatepeor. ¿Qué va a pasar con el periodismo? Creo que los periodistas tendrán una mayor conciencia de lo que es el periodismo, de los intereses que existen, y del rol y el lugar en el que desenvuelven sus tareas. Hay que ser más conscientes de esto y no decir: “oh, somos el cuarto poder” o “esta es mi vocación”. No. Hay que ser consciente del rol en el que uno es usado y en el que uno puede usar su oficio para otras cosas.

–¿Qué diarios leés? ¿Y cuáles, por decisión, no leés?
–Tiempo Argentino me parece especialmente expulsivo. Y cuando hago una recorrida leo Clarín, Página (12) y La Nación. A mí me sigue gustando, por ejemplo, comprar el diario los domingos temprano. Y comprar Clarín, La Nación, Perfil y Página es una cosa que me da mucho placer. Te ocupa varias horas y ¡es carísimo! Pero creo que las notas se leen con placer o displacer de acuerdo con cada una. Hay gente que me gusta leer más y gente que me gusta leer menos.

–¿A qué periodistas admirás?
–Me cae bien y me parece muy interesante la producción de (Ernesto) Tenembaum. Creo que expresa ese lugar liberal-progresista. Es real y honestamente progresista y liberal. Ese es su horizonte. El estilo de (Susana) Viau me gusta mucho. El estilo. Muchas veces sus ideas me parecen tremendas, pero sí me gusta su estilo y el modo en que expone sus ideas, elegante, muy rítmico, con una prosa muy buena. También, yo no sé si como periodista, pero me parece muy potente (Jorge) Lanata. Piensa, elige, es un editor. Tiene una mirada periodística que es muy buena. Eso no se puede negar. Orlando Barone también me gusta mucho…

–¿Barone?
–(Se ríe). No, claro que no. Te mencioné a Tenembaum, Viau y Lanata, y lo raro es que los tres son de La Corpo…

–Y de los periodistas que ya no están, ¿a quiénes admirás?
–Bueno, es caer en el lugar común. Walsh, su figura y su presencia, es insoslayable. También hay que decir que, hoy por hoy, hacia la crónica migraron varios periodistas para poder salir del ruido de guerra que circunda el oficio periodístico en el campo más político. Josefina Licitra es buenísima y Leila Guerriero es genial. (Martín) Caparrós me gusta mucho. También, por ejemplo, la revista Crisis, donde escriben (Alejandro) Bercovich, (Hernán) Vanoli y Diego Schurman. Bercovich me parece que hace muy bien su laburo. Está bueno. Es un difusor interesante del periodismo económico. Vanoli, además, es escritor. Él conjuga esto de un periodismo con estilo. No solamente los popes. Y no solamente los muertos. Hay gente interesante hoy también.

–¿Vas a ser periodista toda la vida?
–Cuando alguien me ofrezca ser barman… (Se ríe) ¡Yo qué sé! Dependerá de la vida y de los ofrecimientos salariales que existan.

–Es que entre los periodistas hay un cliché de decir: “yo ni en pedo me dedico a vivir del periodismo toda la vida; en algún momento me dedico a otra cosa”. Colegas que reniegan del ritmo frenético de la profesión y cuelgan los botines, cual futbolista al que no le da más el cuerpo. ¿Es tu caso?
–No es mi caso, porque yo creo de verdad que soy periodista porque peor es trabajar (una frase que acompaña su biografía en Twitter). Es una cosa de nene de papá decir: “ay, el ritmo este”…

–¿Te parece sólo una queja burguesa?
–Es una queja que puede tener mucho de real, porque es uno de los gremios en el que se registra un consumo importante de psicofármacos, y esto está comprobado estadísticamente. Pero es un oficio, a la vez, relajado, que no se puede comparar con el oficio de la construcción o el de un trabajador de una fábrica metalmecánica o el de un obrero del puerto.

–Pero el periodismo es una profesión intelectual; no se podría comparar…
–Pero si analizás un trabajo intelectual como el de la academia o el de la investigación… Este, el del periodismo, es otro trabajo, diferente, que por supuesto que tiene su belleza. Sí. Yo soy un apasionado del periodismo. Me encanta como oficio. Pero, sobre todo, ¡porque no trabajo! Yo estudié Letras. No terminé de estudiar Letras. Pero estudié Letras. Y no me veía como un investigador académico, porque faltaba eso, faltaba la vida. Entonces, busqué combinar un trabajo intelectual, de trabajar con discursos, palabras y textos, con algo más real, que es lo que sucede, los hechos, las noticias. Yo creo que no dejaría el periodismo. Pero quién sabe qué pasará en los cinco años de vida que me quedan.

lunes, 13 de agosto de 2012

¿Te suena? II

· Los comicios son una fiesta de la democracia, incluso cuando hay fraude. Y si un funcionario declaró hoy es porque lo hizo en la mañana de hoy.
· Las filas de fanáticos frente a una boletería son largas colas. Y la sesión extensa de alguna cámara del Congreso es una maratónica sesión.
· Las limitaciones a la compra de dólares constituyen un cepo al dólar. Y el cine es la pantalla grande.
· Mirtha Legrand y Susana Giménez son divas. Y Moria Casán, la diva ortomolecular.
· Maipú y Rivadavia es la esquina de Maipú y Rivadavia, o bien, la intersección de las calles Maipú y Rivadavia. Y las calles a veces son arterias.
· La rotura de ligamentos cruzados es una grave lesión. Y cuando se casa un famoso es que dio el sí.
· A menudo los militantes de La Cámpora son los chicos de La Cámpora. Y los deportes extremos son pura adrenalina.
· Un equipo de fútbol que viene ganando varios partidos consecutivos quiere estirar la racha. Y un violador serial abusó de jóvenes en reiteradas ocasiones.
· Con frecuencia un comercio sufre un asalto de película y una banda de malvivientes protagonizó un raid delictivo que, por lo general, es impresionante.
· Un 1 a 0 de local significa un ajustado triunfo y el 2 a 0 en el entretiempo es el peor resultado.
· Las críticas de un diputado opositor son duras críticas. Y, como el repudio solo no es suficiente, un caso de corrupción provoca un repudio absoluto.
· El pronóstico del tiempo suele ofrecerse para Capital Federal y alrededores. Y en la Patagonia a veces hay fuertes nevadas, cuando no intensas.
· Chile es siempre el país trasandino. Y cuando nadie murió como consecuencia de un accidente es que no hubo que lamentar víctimas.

(En la Argentina un problema de la radio y la televisión es que hablan como se escribe en los diarios)

jueves, 9 de agosto de 2012

Sobre el desamor

El desamor es una conmoción bestial.
El desamor funda una distancia implacable entre uno y la otra persona y supone un ataque feroz al ego, como la noción de mortalidad. Coincidencia, en cambio, es inmortalidad.
En el amor, el rechazo es angustiante. Y la angustia, como sentenció Jacques Lacan, es el único estado de ánimo que no engaña.
A menudo uno siente la necesidad de que hubiese analgésicos para intangibles como el ego doliente o el desamor, o morfina para la angustia. Y llorar.
A menudo es imperioso un buen llanto en soledad; copioso, como un chaparrón; con la cara contra la almohada. Y despertarse al día siguiente y poner esa misma cara hinchada al sol y al viento renovador de la mañana.
Dormir es la forma más eficaz de huir de esa angustia.
Parafraseando a Francisco Umbral, en la cima del desamor, como en todas las cimas, hay quietud. Una quietud mortal –escribió Paco– en la que el corazón es una piedra desnuda y el pensamiento, una cinta muda.
Porque el desamor es un camino sin vuelta atrás. Y por eso es aterrador.
El desamor es una prisión cruel.
El desamor es una palabra sorda.
El desamor es pavoroso, porque el final, que es el fin de todo, se anticipa por entregas manifiestas o inferidas. Pero ciertas. Uno, por lo general, va sabiendo cómo termina una historia.
Desamor, ataque al ego y necesidad brutal de afecto. Es el cóctel de la tristeza. Ese penoso cóctel psíquico que aparece como un duende en una noche glacial e inesperada. Una vejación atonal, infeliz, insoportablemente pesada y fantasmal, como una fiebre de cuarenta grados en el alma.

miércoles, 8 de agosto de 2012

¿Te suena?

· Las fotos de vedettes son por lo general infartantes, un 0 a 0 es siempre aburrido y Guillermo Moreno, polémico.
· Un ladrón no se escapa, sino que se da a la fuga, y habitualmente no es un ladrón, sino un malhechor. Y un funcionario a menudo está en el riñón del poder, lo que significa es que es un alto funcionario, o bien, un encumbrado funcionario.
· Siempre que un lugar estaba lleno no cabía un alfiler, el cáncer es una larga y dura enfermedad, cuando no penosa, y el funeral siempre, pero siempre, es el último adiós.
· Con frecuencia alguien sigue las instrucciones al pie de la letra, el tránsito es un caos y China, el gigante asiático.
· Muchas veces una final de fútbol es electrizante, las importaciones sufren trabas y la niebla es densa.
· El error siempre es garrafal y la batalla, campal. Y no hay policías, sino efectivos policiales.
· Cada tanto Aníbal Fernández formula polémicas declaraciones y la bolsa se derrumba o tiene una fuerte suba. Y durante el fin de semana largo, de los muchos que hay en la Argentina, siempre se produce un éxodo turístico.
· Con frecuencia un penal es polémico o dudoso, aunque a veces es un claro penal. Y el ajuste suele ser duro.
· Un imputado casi nunca declara, sino que presta declaración; un piloto, en vez de morirse, pierde la vida; y un enfermo no mejora: experimenta una mejoría.
· El elector no vota, sino que emite el sufragio, y los novios no se casan, sino que contraen matrimonio.
· El ladrón que esperó que saliera la familia para entrar en su casa es el malviviente que aguardó que se retiraran los integrantes de la familia para ingresar a la vivienda.
· Un día de sol es una jornada soleada.
· No hay choques, sino colisiones; las muertes son decesos; la renuncia es una dimisión; y los chicos, criaturas.
· Y nadie insultó, sino que profirió insultos. Preferentemente, toda clase de insultos.

(Un problema de la prensa escrita argentina es que se escribe como no se habla)

lunes, 6 de agosto de 2012

Matan a balazos al dueño de Tarbuch

(Es una tontería destinada sólo a quienes hayan leído Emma Zunz, de Jorge Luis Borges)

El dueño de Tarbuch, Aaron Loewenthal, fue asesinado ayer a la mañana, en su propio despacho, de tres disparos en el pecho. Emma Zunz, empleada de la fábrica textil, ubicada en el barrio porteño de Barracas, le confesó a la Policía que ella lo mató y que lo hizo en defensa propia, debido a que el ejecutivo en ese momento estaba abusando de ella.
Según fuentes de la Fiscalía de Instrucción Penal V, que investiga el crimen, Zunz declaró que Loewenthal, un reconocido empresario porteño del rubro indumentaria, la hizo llamar a su oficina privada sin anticiparle los motivos de la audiencia, que fue a solas.
“La mujer relató que Loewenthal comenzó a persuadirla con insistencia de tener sexo en ese mismo momento, a lo que ella se negó terminantemente. Entonces, el directivo la golpeó varias veces para debilitarla y hacerla ceder, tras lo cual empezó a abusar de ella; hasta que, en un descuido de él, ella pudo tomar un revólver que había visto en el escritorio y lo liquidó”, comentaron voceros de la fiscalía, a cargo de Juan Pérez.
Trabajadores de Tarbuch iban a llevar a cabo mañana un paro de ocho horas, debido al incumplimiento de un acuerdo salarial alcanzado el mes pasado. La comisión gremial interna, después de una asamblea general efectuada anoche, decidió suspender la medida de fuerza hasta nuevo aviso, en razón de tales circunstancias.
Dos empleadas que trabajan en el mismo sector fabril de Zunz, citadas como testigos por el fiscal Pérez, comentaron que no estaban al tanto de que Loewenthal había convocado a su compañera a su despacho y se mostraron sorprendidas por el homicidio, ya que, según valoraron, Emma es una colega suya “muy seria y bondadosa” y el dueño de la fábrica “era un buen hombre” y no tenía antecedente alguno sobre acoso laboral ni sexual.
Los investigadores de la Dirección de Casos Especiales de la Policía Federal también trabajan sobre una versión según la cual Zunz había estado la noche anterior en la zona del puerto y permaneció durante 45 minutos en un hotel donde se alojaba la tripulación de un barco noruego, que esta mañana tenía previsto retornar a su país. Los detectives quieren indagar si entre esa visita y el crimen del día siguiente hay alguna relación.
Otros testigos que también citó el fiscal Pérez hablaron de una posible venganza de Zunz debido a una vieja disputa de capital entre su padre, Emanuel Zunz, y Loewenthal, tras la cual este último se quedó con todas las acciones de la compañía. Emanuel Zunz cayó en bancarrota y se fue a vivir a Florianópolis (Brasil), donde murió la semana pasada. Aunque no la descartaban, fuentes judiciales señalaron que consideraban improbable esta versión.
La Policía comentó que al momento de ser detenida Zunz evidenciaba en su rostro haber estado llorando y que, sin embargo, testificó con entereza en la comisaría.
Zunz se encuentra ahora detenida en la cárcel de Villa De Voto y a la espera de someterse a un estudio médico para comprobar la violación que, según denunció, sufrió de parte del empresario.
Familiares de Loewenthal no formularon declaraciones a la prensa sobre el asesinato, aunque por medio de allegados ya anunciaron que tomarán todas las acciones necesarias para que se imparta justicia.

viernes, 29 de junio de 2012

¿Fernet para cuándo?

El Diccionario de la Real Academia Española (RAE) cuenta desde junio con una serie de palabras, acepciones y siglas nuevas, tales como friki, argumentario, SMS, acojonamiento, espanglish, USB y sudoku. El conjunto de recientes incorporaciones deja entrever cierto sesgo hispanocéntrico, o eurocéntrico, del que saqué unas muy modestas conclusiones:


· Siendo tan importante para la Argentina -país hispanoparlante- la palabra fernet, es inaceptable que la RAE todavía no la incluya en su Diccionario.
· ¡Papamóvil! ¡Papamóvil tiene ahora una definición en el Diccionario de la RAE, y no fernet!
· La RAE incorporó pepero como relativo, perteneciente o afiliado al Partido Popular (PP), mas no lo asocia a derechoso, franquista o fascista.
· La RAE también agregó una nueva acepción de la palabra rural: "Inculto, tosco, apegado a cosas lugareñas". Teléfono para Alfredo de Angeli.
· Incorporó asimismo nueve acepciones del vocablo riesgo: riesgo país, específico, operativo, sistémico, soberano, de crédito, de interés, de mercado y de reinversión. ¿Por qué será?
· Euroescepticismo es otra de las novedades del Diccionario de la RAE: "Desconfianza hacia los proyectos políticos de la UE". Euroescepticismo sí figura; fernet no. Ok.
· La RAE también incorporó la palabra pasadista: "Aferrado a las ideas, normas o costumbres del pasado". Teléfono para Miguel del Sel y, si no está, para Julio Bárbaro o para Alejandro Apo o Quique Wolff; no sé.
· (O sea que no es pasatista, sino pasadista)
· Sushi es otra de las palabras incorporadas este mes por la RAE a su Diccionario. Sushi sí. Champán sí. Fernet no. Ok.
· ¿Saben qué otra palabra agregó la RAE este mes a su Diccionario, que no es fernet? Energizante. ¡Energizante, y no fernet! Ferneteros, a por las cacerolas.
· Así como hay peperos, también ahora el Diccionario incluye a los sociatas (PSOE). Radichetas y peronchos, ni hasta los veinte.
· La RAE también incorporó a su Diccionario la palabra "clitoriano, na" ("Perteneciente o relativo al clítoris"). Así que ya pueden usarla.
· También la RAE añadió la palabra "europeizador, ra": "Que europeíza". Teléfono para la clase media argentina.
· Citricultor es una palabra que en Tucumán se usa hace más de un siglo. La RAE la incorporó a su Diccionario esta semana.
· También la RAE agregó la palabra cenetista, afiliado o dirigente de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). Cenetista sí; cegetista no.
· Desde este mes también figura en el Diccionario de la RAE la palabra "orgásmico, ca". Así que ya la podemos usar tranquilos.
· La RAE asimismo incluye ahora la palabra vaticanista, pese a que cada vez quedan menos.

jueves, 28 de junio de 2012

El arma de instrucción masiva


En la esquina santelmitana de Balcarce y Humberto 1º son las seis de la tarde y ya casi es de noche. Los adoquines respiran el feriado invernal del Día de la Bandera frente al descalabrado predio del ex Patronato de la Infancia. Los accesos están custodiados por una patrulla de policías que se pasan el día charlando, entre baldosas rotas, yuyos crecidos, paredes despintadas y hierros enmohecidos. En uno de los edificios del complejo, junto a un puñado de familias, vive el artista Raúl Lemesoff, con sus obras de arte, sus claros ojos tristes, sus cigarrillos y su trabajo más emblemático: el Arma de instrucción masiva.
Ese es el nombre que el escultor paranaense, de 12 años “de mentalidad”, como se proclama, y de unos treinta y pico de vida, le dio a un vehículo automotor cuya carrocería adaptó para darle forma de tanque de guerra y que, a la vez, pueda transportar en su exterior unos 1.200 libros. Libros que pasean por las calles porteñas desde hace 10 años y que cualquiera puede retirar sin costo alguno. A su vez, cualquiera puede depositar “municiones” en el arma. El intercambio de letras –no de balas– es, pues, el leitmotiv de este carro de combate, el único que no mete miedo.
“El Arma de instrucción masiva es una escultura y forma parte de un ejército mundial de armas de instrucción masiva que estoy formando. Construí la primera en Estados Unidos, previamente a la invasión el ejército norteamericano a Irak (2003). Armé otra en Holanda y armé esta en la Argentina: un Falcon modelo 79 que perteneció a la dictadura”, comentó Lemesoff. “De a poco –agrega–, voy construyendo armas donde puedo, en diferentes países, en diferentes ciudades, en diferentes comunas”.
Tapizada con forros de libros viejos, el Arma es el medio de transporte de Lemesoff: lo usa para ir a la panadería, para trasladar materiales u obras de arte y para movilizarse, en general. Pero, cuando está en la calle, liberada de los quehaceres domésticos del dueño, cumple su función primordial. “Cuando pasa el Arma por la calle genera sonrisas; las personas se llevan libros; otras dejan los suyos. Comunicamos y contribuimos a la paz por medio de la lectura”, dice, como personificando el Arma, humanizándola, convirtiéndola en su álter ego.
El escultor ha viajado por toda la ciudad de Buenos Aires y por varias provincias argentinas: Mendoza, San Luis, San Juan, Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe o Misiones. Y ya ha entregado 25.000 libros. En el antiguo Falcon verde, con su nueva estructura, pueden viajar hasta dos personas: conductor y acompañante.
Asegura que el Arma puede circular velozmente sin que los libros se muevan de su lugar. “A menos que la gente los saque y los deje mal acomodados, los libros van bien aprisionados. Puede andar a 140 kilómetros por hora y no se vuela ni un solo libro”, insiste.
Poemas, ensayos científicos, novelas, cuentos, infantiles y obras de teatro se encuentran en el Arma. No hay de religión. “La religión –explica– separa en vez de unir a la gente. Todas las guerras se han hecho de alguna forma u otra basadas en la religión. Y la religión cristiana ha cometido las atrocidades más grandes en nombre de la iglesia. Entonces, creo que no contribuyo a nada con libros de religión”.
Lemesoff no reniega solamente de las religiones, sino también de los políticos, a quienes señala como autores de iniciativas similares al Arma, que surgieron después de haberla conocido. “Cuando fui a pedir ayuda para movilizar el Arma, sólo logré que me copiaran la idea, la pusieran en marcha por su cuenta y no me ayudaran. Entonces, dejé de avivar a giles. Cuando yo llegué al país, después de 10 años, no había ninguno como el Arma. Solo la lancha del Tigre, que llevaba libros a las islas. Pero terrestres no había ninguno que transportase libros a lugares donde los libros no llegaban. Después de que presenté mi proyecto en la Conabip (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares) apareció el Bibliomóvil, el Tren Literario o el Bibliobus. He visto cómo los funcionarios se han inspirado en mi proyecto”, asevera. “Ningún político tiene la capacidad, por más sincero que sea, de mejorarle la vida a la gente. La gente está muy confundida. Los políticos no sirven para eso”, sentencia.
Su objetivo, asegura, son los lugares donde hay menos libros: “En los barrios de conchetos trato de recargar muy bien el Arma y de llevar esos nuevos libros a villas miseria, escuelas carenciadas, pueblos fantasmas, casas rurales, bares y barrios de bajo nivel adquisitivo, donde realmente son apreciados y no pueden creer que sean gratis”, comenta.
Lemesoff avisa que no tiene ninguna expectativa grandilocuente con el Arma, que todos los días cumple su cometido. “Sólo quiero que pasen los días. Quiero seguir trabajando. Yo hago varias piezas de arte, aparte de esto (hacer andar el Arma). Me gusta crear. Laburo con vidrio, con metal, con madera, con máquinas usadas de escribir, con teléfonos celulares, con lo que agarre. Algunas obras están acá. Estoy armando el tallercito. Hago mesas, muebles, fotografía, documentales, canciones, qué se yo… me la paso todo el día boludeando”, cuenta, apoyado sobre el Arma.
El Ford Falcon verde, que durante los años de terrorismo de Estado era utilizado como vehículo para secuestrar personas y cometer después las peores atrocidades, hoy sale a la calle a recibir y regalar letras y a rescatar el valor de la lectura. A disparar cultura.

domingo, 24 de junio de 2012

Los pensamientos

No sé qué tiene esa calle, que parece que ha llovido. Habrá llorado un amante, al que han echado al olvido. Adiós, que de ti me alejo, prenda querida del alma. Queda en ti mi pensamiento; ya se va mi amor en calma.

(Esta versión en vivo de Los Pensamientos, tonada de Saúl Salinas, es de Juan Quintero y Coqui Ortiz. Es lo único que sé cantar y, a la vez, tocar con la guitarra)

jueves, 21 de junio de 2012

Lewis Carroll

–Ver el horror,
verlo en lo cómico,
y ver lo cómico
en el horror:
ese es el juego.

Lo que no es loco
no es verdad.

Cayendo a tientas
por el pozo
o atravesando
el blando espejo.

Lo que no es loco
no es verdad.

Llama la risa
a lo siniestro.
Llama el sentido
al sinsentido,
llama el pensar
al desvariar.

Lo que no es loco
no es verdad:
ese es el rumbo.

(Leónidas Lamborghini, Cancionero del pillo)

viernes, 15 de junio de 2012

Momento para renacer

Febrero de 1982. Teatro Ópera, de Buenos Aires. Mercedes Sosa regresa a la Argentina, tras el exilio. Aún gobiernan los militares, pero asoma la democracia. La Negra contagia energía y serenidad, y regala Soy pan, soy paz, soy más, esta magnífica canción compuesta por Piero.

lunes, 11 de junio de 2012

Pingo

La palabra «pingo» en Tucumán es polisémica, como «vaina» en el Caribe. Puede sonar vulgar y agresiva, pero es inofensiva. Estos son algunos de sus usos:

· En Tucumán la palabra pingo es sinónimo de pene y tiene múltiples usos, tales como el de hipérbole. Por ejemplo: «hace un frío del pingo».
· Pingo también supone algo de escaso valor («no vale un pingo»), rechazo («¡pingo que te lo doy!») y despedida («bueno, me voy al pingo»).
· Supone triunfo o destrucción («lo hizo pingo»), insulto («cara de pingo», «cabeza de pingo» o su versión simple, «caripingo», de la que deriva el cariñoso apócope «caripi») y queja («¡me cago en el pingo!»).
· Pingo también adopta variaciones morfológicas. Por ejemplo, para significar rapidez suele decirse que un auto «iba a los pingazos».
· Se usa para significar estafa o aplazo en una materia («me metieron el pingo») o accidente doméstico («se ha caído al pingo»).
· Pingo se emplea también como advertencia («no me hinchés el pingo») y nombre genérico («¡qué se yo quién es! ¡Pingoleón Fernández!»).
· Para demostrar desinterés también se usa pingo («me importa un pingo») y para enfatizar una pregunta («¿vos cuándo pingo vas a laburar?»).
· Es empleado como auxiliar para plantear una duda sobre la naturaleza de algo: «¿qué pingo es eso?».
· Otra variación morfológica de pingo es como sinónimo de disgustado o molesto: «estoy empingado». También se usa «me tienen el pingo lleno».
· Pingo también se emplea para demostrar enfado respecto de una persona indecisa, displicente o disconforme: «no hay pingo que le venga bien».
· Una forma muy usada del vocablo pingo es para significar embriaguez: «me puse hasta el pingo» o «hasta el granmil pingo», según el caso.
· Una forma compuesta de pingo se emplea para definir a alguien cargoso o pesado: «hinchapingo» o, en su versión más moderna, «quiebrapingo».
· También se emplea para restarle valor, en tono de queja, a una cosa: «me anda mal el auto pingo este».
· «Alpi» se usa como apócope de «al pingo»: «Me voy alpi». También tiene su versión en vesre: «Buoh... Me voy al gopín».

Aportes recogidos de Twitter
· Estatus social: «¿Quién pingo te creés?».
· ‏Interrogante clásico: «¿Qué pingo pasa aquí?».
· Pasatiempo: «Estuvimos inflando el pingo hasta las 5 de la mañana».
· Síntoma: «Me voy a dormir porque, si no, mañana me voy a sentir para el pingo».
· Dificultad visual: «No veo un pingo».
· Lejanía: «Eso queda en la loma del pingo».

Hay más aportes entre los comentarios de este post.

lunes, 28 de mayo de 2012

Juan sin Dólar

Juan sin Dólar es un video que elaboramos para la Maestría en Periodismo Clarín-Universidad de San Andrés, que estoy cursando ahora en Buenos Aires. Es sobre las restricciones a la venta de dólares en la Argentina. Las ilustraciones son del dibujante Gustavo Daniel Acosta, Virago347. Para mirarlo, hacé click acá.

martes, 15 de mayo de 2012

lunes, 14 de mayo de 2012

Un gran tema de jazz

No sólo es uno de los mejores temas de película, sino también una notable obra de jazz: el Tema de la Pantera Rosa, en la versión de John Williams y The Boston Pops.

viernes, 17 de febrero de 2012

Harto

A la mañana se lee mejor. O a la madrugada. No tanto a la tarde, y menos en un colectivo, donde la luz natural es escasa debido a sus ventanas polarizadas y además tenés al lado una habladora profesional, que cuenta por celular una serie inacabable de banalidades. ¿Viste? ¡Es divino! Yo le dije a Da (Daniela, quizás) que se lo comprara, porque estaba re barato y le quedaba justo… sí... sí... ¡No! Porque ella lo quiere para la fiesta...
Son las siete de la tarde. El ómnibus de la línea 39, ramal 3, está lleno. Me propongo anular las voces y, en los 40 minutos que dura el viaje hasta mi casa, en Barracas, avanzar con una novela. ¡Ah, no te conté, boludo: pinté la pared de mi cuarto! ¡Sí! De rojo. A mi vieja le encantó, pero dice que el ambiente ahora quedó más chico de lo que ya era (larga una carcajada lenta, boba, inexplicable; una carcajada fingida puede denotar tanto cinismo como la frustración brutal de no poder reírse de manera genuina de algo). Pero no importa. Qué se yo. A mí me gusta el color. Sin querer, todos los pasajeros se enteran de su novedad, de la pared roja de su dormitorio. ¡Un loco de la guerra! Algunos lo miran confundidos, como no pudiendo creer su imposibilidad de hablar por celular de una manera más discreta. Acá, en Buenos Aires, hay mucha gente, muchísima, cuya forma de hablar no es otra que gritando.
Las puertas del colectivo hacen un ruido insoportable al abrirse, como el soplido agudo de un gigante, cada tres minutos, en las paradas. El timbre es de esos que al apretar el botón queda sonando un poco más. Sospecho que los choferes de esta línea sueñan con esos sonidos abominables y pienso en que sólo por eso deberían cobrar un plus salarial en concepto de insalubridad. Tal vez ya lo cobren.
No logró dar vuelta siquiera una página de la novela. Una. Puta. Página. Un niño de cuatro o cinco años llora sin consuelo. Por capricho. Porque quiere llorar. No le duele nada, ni tiene hambre. Quería ser él el que pasara la tarjeta SUBE para pagar el boleto. Pero la madre se lo había impedido, para subir rápidamente entre tanto gentío y acomodarse en algún rincón. Llora deliberadamente. Refunfuña. Protesta. Cree que así logrará que la madre, que no le dirige la palabra, le dé pelota y haga lo que él quiere: bajarse del ómnibus y subir a otro para poder pasar la tarjetita. Lo único que consigue es fastidiarla más. ¡Basta, Marco! Me tenés cansada. Ya nos bajamos. Falta poco. El chico estalla en llanto. Hace doler los oídos e irritar el estado de ánimo de los pasajeros. O por lo menos el mío, un recién llegado a Buenos Aires.
Pienso que acá los ciudadanos ya se acostumbraron a convivir con eso que los medios llaman contaminación acústica, ese caos sonoro y perturbador tan opuesto al de, por ejemplo, el metro berlinés, donde una vez vi a una chica esforzándose por no hacer el más mínimo ruido con su cuchara, mientras tomaba helado de un vaso de plástico, y en el vagón sólo se oía el ruido del vehículo. Nadie hablaba. Nada. Ese silencio también es un poco aterrador, pero al menos te permite leer un libro.
El 39 se menea como el samba de un parque de diversiones cuando pasa por calles adoquinadas de Palermo y Villa Crespo. Y los que estamos parados vamos un pasito para el frente y un pasito para atrás, sin música; con ruido; con la ropa pegada al cuerpo por la transpiración. Sostengo el libro con una mano. La otra está tomando la barra. Pienso en los primates. El colectivo dobla en una esquina. Me cuelgo. Acelera y frena torpemente frente a una parada. Las puertas se abren otra vez con ese sonido pavoroso y se golpean con violencia contra los topes. Me descuelgo. Bajan cinco. Suben nueve. Un poquito para atrás, por favor, pide el chofer. Hay pasajeros pegados al parabrisas. Mi lectura está en coma vegetativo. Ella sigue hablando del vestido divino de Da y él ahora le cuenta al boludo que la vieja siempre tiene un pero para él, pero que es una grossa, mientras la furia del niño se vuelve insufrible. ¡Pero mamáaaaaaaaaaaaaaaaa! Punzante, ardiente, como gotas de limón a una herida. Cierro el libro y me bajo a caminar. Silbando. Y que se vayan a la mierda todos.

martes, 10 de enero de 2012

La absurda política de nocturnidad

Esta semana escribí una columna de opinión en La Gaceta sobre la ley 4AM y el accionar del Instituto Provincial de Lucha contra el Alcoholismo (IPLA). Para leerla, clickeá acá.

lunes, 2 de enero de 2012

17ª Selección Cronicada de Tuits

En términos periodísticos, tragedia fue la palabra clave de este joven 2012 en la Argentina: el gobernador de Río Negro, Carlos Soria, falleció de un balazo en la cara y el piloto Jorge Martínez Boero murió tras un accidente en la primera etapa del Dakar. Pero antes de que el 1 de enero nos haya pasmado con fúnebres, Twitter fue un despeñadero de comentarios alusivos al nuevo año. @dieguez_ comenzó deseando un Feliz día del pionono para todos y @lucasp81 elaboró un peculiar tuit, digamos, invertido: El 2012 será de la izquierda y de River Plate, olvidate. En la Nochevieja, @QuijoteConserva formuló sus balances y concluyó que tuvo un año de mierda bastante bueno. A su turno, @marianoemartin planteó que cuando digan "por fin terminó este año de mierda" y deseen "feliz 2012" tengan presente que dentro de 365 días quizás digan lo mismo@mtascon volvió a despuntar con la #twittergrafía y @fedkukso, con la mirada ecuménica del periodista científico, sostuvo que el año nuevo es un state-of-mind. Un punto de vista. @Kissituc tuiteó que espera que 2012 les traiga a sus seguidores mucho dinero así puedan comprar mucha salud y mucho amor. Y @rayovirtual volvió a dar en la tecla: deseó que el 2012 los encuentre más disponibles para los placeres. Las tarjetas de fin de año más originales están en Twitter.