martes, 7 de octubre de 2008

Reflexión sobre las versiones

El otro día me puse a descargar música. Había anotado que iba a bajar Zamba de Argamonte (Gustavo Cuchi Leguizamón), interpretada por Liliana Herrero. Como busqué el tema por el nombre, no por el artista, aparecieron muchas Zamba de Argamonte. Decidí entonces bajar todas para escucharlas y ver cuál me gustaba más. Pero resulta que me gustaron todas. A ver: me sigue pareciendo mayor la de Liliana Herrero, porque ella no deja pasar un verso sin sentirlo, sin expresar una idea; y desde el punto de vista vocal, maneja a la perfección la dinámica y los silencios y juega finamente con los tempos, como el bueno de João Gilberto. La del Dúo Salteño me sorprendió por los extraordinarios agudos y los largos portamentos de los dos cantantes. La de Las Voces Blancas, con sus impecables y dulces armonías, me hace figurar al gaucho manso en el silencio del cerro, en la oscuridad de los árboles en la noche, bajo la luz blanca y potente de la luna. La de Los Fronterizos, más rapidita, proyecta, en cambio, un galope veloz, más campestre. Me gustaron todas las versiones; en particular, porque todas saben diferente. Allí radica el éxito de las canciones versionadas: en la impronta que le da cada artista, cada grupo. No me explico, por ejemplo, cómo puede haber resultado tan exitoso el disco Inconsciente Colectivo de Fabiana Cantilo, cuyas versiones son prácticamente imitaciones de las originales. En Me arde, si se lo escucha con atención, la cantante copia hasta la fonética de Andrés Calamaro. El otro día charlé por primera vez con el Topo Encinar, en el cumpleaños de mi amiga Valeria Totongi, y él reprochaba a los coveristas e insistía en que los músicos debían dejar de lado las interpretaciones para virar hacia la creación. “La gente quiere que le rompan la cabeza con cosas nuevas, loco”, me decía. Y creo que tiene razón. De todas formas, las buenas versiones también te pueden romper la cabeza. Hablando de Liliana Herrero, la semana pasada fuimos a escucharla al teatro San Martín con mi amigo Diego Jemio, y coincidimos en que la de Cosechero es sugestiva, muy original, como la mayoría de sus interpretaciones. Lo bueno es cuando una interpretación te sorprende, cuando se diferencia para bien del original.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay covers que están mucho mejor que la versión original. Son excelentes. Buena visión de todo lo que escribís, Juanjo. Abrazo.

Maby dijo...

Y... no sé... yo no estoy tan de acuerdo. Un abrazo.

Sebastián Nadal dijo...

Totalmente de acuerdo. Si vas a hacer un cover, dale tu sello propio. Justo ayer pensaba en un ejemplo que, para mí, es uno de los casos más visibles en los que el cover supera al original: "The man who sold the World", del mítico Unplugged de Nirvana, provoca muchísimo más que la escrita por David Bowie. Por lo menos, para mí.
Otra cosa, creo que la banda que más permite covers versionados de las formas más impresionantes es The Beatles. Los temas dan el lugar para crear cosas muy buenas.

Anónimo dijo...

Estimado Seba, coincido con tu apreciación acerca de los Beatles. Escuché muchos de los discos de temas de Los Beatles versionados. Me gustó uno que produce George Martin, que reúne a varios artistas, que tiene una versión maravillosa de In my life, recitada por Sean Connery. Una belleza. El disco de Rita Lee también es muy bueno. De ese, en particular, me gusta All my loving. También hay un tributo muy bueno de cubanos, en el que hay interpretaciones de Celia Cruz y de Tito Puente, por ejemplo. Y recuerdo otro de mexicanos, que, ese sí, es una poronga. En fin. Un abrazo, y gracias por el comentario (¡actualizá tu blog!).

Anónimo dijo...

Hay teorías científicas, que serían muy engorosas de detallar, que afirman que, en realidad, siempre estamos diciendo lo que ya dijeron otros. Puesto en ejemplo, sería como si los único originales, de haber existido, hayan sido Adán y Eva (aunque ella apareció después, es dable suponer que Adán no hablaba solo, no?). En ese sentido, una versión de un tema tiene la misma validez, como tema original, que una primera reproducción. Un concepto literario, como la intertextualidad, nos dice que los textos dialogan, siempre uno nos recuerda otro... En el caso de la música... por qué no?

Anónimo dijo...

Cumpa hablando de versiones grosas de los Beatles, le recomiendo el "album verde" una recopilación de bandas de reggae argentas. En la misma onda se encuentra el Tributo a Marley y la muy lograda versión fumerica de Easy all Stars de "Dub side of the moon". En esto de las versiones creo que a nivel local los precursores fueron los de Attaque 77, que juntaron a Gilda, Soda y los redondos en un solo disco.