Les acerco un concepto esperanzador sobre el periodismo que escribió Ernesto Schoo y que se publicó ayer en La Gaceta Literaria.
Consejos para los jóvenes periodistas
Cuando se acaba de cumplir ochenta años y se llevan a cuestas cincuenta y cinco de profesión, es inevitable que nos pidan consejos para los jóvenes novicios. Una salvedad previa: los cambios tecnológicos -la computación, la informática, el correo electrónico- están conduciendo a cambios de comunicación y percepción tan radicales, tanto desde el punto de vista del emisor como del receptor, que acaso mis palabras resulten obsoletas. Creo, sin embargo, que algunas cosas no cambian: yo aconsejaría no perder nunca y cultivar siempre, enfáticamente, la curiosidad y el entusiasmo. Y, al margen de aquellas noticias que exigen una seca precisión en los datos, abordar siempre el texto como si se estuviera contando un cuento. Que es lo que el lector quiere, lo que todos queremos: que nos cuenten un cuento para entender el mundo y entendernos a nosotros mismos, y para saber que no estamos del todo solos y desamparados en el espacio cuyo silencio eterno espantaba a Pascal: que alguien nos acompaña y nos cuenta una historia antes de dormir.
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5 comentarios:
Como dijo Calamaro: "Parte de mí no cambió, y a la vez ya no soy el viejo Andrés, que no dormía jamás". Algunas cosas no deben cambiar, evolucionar, involucionar ni dejar de SER.
Abrazo
Entre el cambio y la constancia, tensiones permanentes. Una dialéctica del equilibrio.
Besos
Coincido en que no cambie la actitud. El periodista es, ante todo, un culiyo, un enfermo, un apasionado, un loco. Sin embargo, apelo al cambio constante en la forma, a seguir buscandole la vuelta a la cosa para que la lectura no sea tanto una tarea cognositiva y más un acto placentero. El día que el lector compré el diario solo por adoración a la palabra no necesitaremos más noticias. Un abrazo cumpa
Tan simple y a la vez tan complejo. Aún así, estoy de acuerdo. Lástima que entre los cuentistas haya tanto maquillaje.
Saludos Juanjo
Curiosidad, entusiasmo... contar cuentos... creo que podremos con ello, ¿no?
Gracias por este fragmento...
Lo leo de vez en cuando, ¿sabés?
Saludos.
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