La ley que fija el límite horario de las 4 de la madrugada para boliches y bares generó en Tucumán un circuito clandestino de entretenimiento que la Policía no puede controlar en su totalidad. Es una norma absurda por donde se la mire. La inseguridad y los excesos sociales deberían combatirse con políticas más inteligentes, y no con leyes que pretenden en vano modificar la cultura. Está demostrado que la gente no se va a dormir a las 4 de la mañana. A propósito, la foto de mi amigo Jorge Olmos Sgrosso (reportero gráfico de La Gaceta, de Tucumán), no puede ser más elocuente: ya a las 7 de la mañana, dos chicas se resisten a que los inspectores del IPLA les secuestren los equipos de sonido, en una fiesta que se hizo en Yerba Buena.
3 comentarios:
Dónde están las actualizaciones????????
Hola juanjo...
Muy interesante Blog...
Che....
Tu fiesta de cumple tambié fue una especie de after....
Verdad??
De paso te digo que estuvo muy buena la joda, muy buena onda...
A vos no te secuestraron los parlantes...
o si??
bueno...
felices Vacaciones (si es que las tienes - yo si)... jeje
saludos
jose Antonio del CCT
¡Eh, José! Gracias por visitar mi blog. Mi fiesta tal vez sí se ajusta a la definición de after, pero sólo porque superó el límite horario de las 4. De todas formas, no hubo necesidad de que me secuestraran los parlantes, porque se hizo todo conforme a la ley: no se cobró entradas; no se vendió bebidas (cada invitado llevó lo que iba a tomar) y duró hasta las seis, porque fue una fiesta privada. Con respecto al receso, lamentablemente no tengo vacaciones hasta mayo. Espero que vos tengás un excelente descanso. Un abrazo.
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