martes, 4 de agosto de 2009

¿Una foto, señores?

Disfruto de sentarme a tomar café y de conversar en bares de esta ciudad; de esas largas sobremesas, de la polémica, de las catarsis, de los buenos momentos. Y de varios cigarrillos al sol. A menudo, aparece un hombre de entre cincuenta y sesenta años que se acerca a cada mesa y pregunta caballerosamente: ¿una foto, señores? Lo he visto en la mayoría de los bares que frecuento, cercanos a mi departamento y a mi trabajo, y no he observado a ningún comensal que acepte la propuesta. El fotógrafo ofrece instantáneas tomadas con una cámara de rollo. Un trabajo, digamos, artesanal. No soy yo de esas personas a las que lo antiguo les parece pintoresco o de las que se afanan todo el tiempo en rescatar lo demodé, pero el caso de este artista citadino sí resulta distinguido en estos tiempos. Salir a la calle a vender fotos tomadas y elaboradas con los implementos tradicionales es revindicar el oficio. La foto en papel, el recuerdo tangible, ha ido perdiendo terreno frente a los álbumes digitales, Facebook, fotologs y demás yerbas cibernéticas. Es lo que pronto pasará con la información de los periódicos, como en el que trabajo. Pienso en los ebooks, también, y me asusta un poco ese fenómeno, esos raros libros sin hojas. Deseo que la electrónica y la informática se demoren un poquito y se apiaden de lo concreto, de lo palpable; poder seguir ennegreciéndome los dedos con el diario y pasar las fotos en ronda.

2 comentarios:

Mente Ridícula dijo...

Y bueno amigo, si no, dentro de unos años tendremos que ir a algún negocio de antigüedades y rarezas a buscar libros...o empezaremos a releer los que ya tenemos. Lindo post. Y es cierto, el señor de las fotos es un lindo personaje. Abrazo

pollo dijo...

Personalmente creo que no hay tecnología que vaya a terminar con los libros.Aunque el futuro del diario en papel seguramente es menos promisorio.Supongo que se debe a que la información periodistica es un producto efimero, percedero y descartable.Si se apela a un periodismo Mac Donals seguramente estamos prontos a presenciar la extinción de la especie. Habrá que apelar a un periodismo más narrativo,literario, visceral y sanguineo para que los lectores sigan manchandose de tinta los dedos.
Ya me deliré demasiado,la cuestión no era la foto? Claro, un maestro el chabón. Como usted bien dijo: un artesano. Un abrazo