martes, 9 de febrero de 2010

Nueve ingredientes para ser feliz en la redacción

Pilar Cambra, experimentada columnista del periódico económico Expansión, ha elaborado una lista de nueve ingredientes para ser feliz en una redacción. Aquí van, en la voz de la propia periodista, según su exposición en la última clase que brindó a los becarios del IX Programa Balboa para Jóvenes Periodistas Iberoamericanos.

1) Trabajar con amigos. Hacer amigos de aquellos con los que trabajo. Hay que interesarse, no de una manera violenta y brutal, pero sí discreta, de los problemas que ellos tienen; no sólo de los laborales, sino –más bien- de los personales; porque detrás de alguien que te dice que no puede más o que esto lo está matando hay un problema personal.
2) Defender con uñas y dientes que no tenemos un horario que cumplir, sino una tarea que realizar. En este sentido, también se debe ser exigente con el ideario de la empresa; es decir, demandar qué intereses defiende la empresa y por qué los defiende, y saber aplicar la cláusula de conciencia las veces que sea necesaria.
3) Presentarse como voluntario con frecuencia. Pero ojito: sólo para aquellos trabajos y misiones que sabemos que podemos hacer bien, y no para las cosas que nos desbordan, porque eso puede ser tu tumba. Si se es hipotenso o hipotensa, como yo, está claro que es imposible gozar de lucidez mental si no has tenido una buena noche y te has debido tomar tres cafés en tiempo récord. En ese caso, ofrecerte para una misión a las 8 de la mañana no es recomendable.
4) Preguntar, preguntar y preguntar. Preguntar no es humillante. ¡Nunca! ¡Jamás lo es! A los veteranos les gusta practicar esa misericordia que es enseñar al que no sabe. De modo que preguntar es a menudo un favor que se hace, por lo menos a esta gente. Pero hay que distinguir entre la curiosidad sana y malsana, entre la oportuna y la inoportuna: en la hora de cierre, no puedes ir a preguntar a los gritos: ‘¡oye! ¿No has encontrado un anillo en el lavabo? O bien: ‘¿puedes leerme este texto que acabo de terminar?’. Puede ser hasta peligroso.
5) Sugerir e inventar. Uno no puede ser el enano mudito de Blancanieves en la redacción. Un poquito de espíritu de aventura para no ser mañerista (sic), sino periodista. Si tú te aburres en la redacción, aburrirás a los lectores.
6) Sube y baja, como el nombre de la película de Cantinflas. Este trabajo es así: yo he hecho pies de fotos hasta el hartazgo. Yo he hecho Deportes. Yo he hecho Sucesos (Policiales). Y me he divertido mucho. Creo que a todos nos conviene pasar una temporada en el infierno, en el anonimato. Estos períodos te enseñan que tú eres lo que el medio es. Es decir, un día puedes ser el lucero del alba en el firmamento, y al día siguiente simplemente nada.
7) Estar siempre en contacto con la vida. Las nuevas tecnologías han convertido a los periodistas en burócratas, y los periodistas no debemos ser oficinistas. Lo que sucede no está en Wikipedia: ocurre en la calle, en las tiendas, en las revistas y, sobre todo, en las conversaciones con personas que no son periodistas. Hay que evitar encerrarse en el gueto profesional.
8) Cuidar nuestra propia vida. Aunque el trabajo se lleve la mayor parte de nuestro tiempo, la verdad está ahí fuera. Opino que, si en algún momento debemos optar entre ascender de puesto y mantener la vida privada sin recortarla, la vida de la familia, de los amigos, de las aficiones, yo elegiría ceder la propuesta laboral en vez de menguar la cuota personal. La empresa no tiene corazón ni alma, y cuando a ella se le ocurra estarás en la calle. Y tu marido o tu mujer, y con razón, también pueden abandonarte si pones el trabajo, o la ambición, por encima del resto.
9) Por muy precaria que sea nuestra situación debemos apostar siempre por lo óptimo: la verdad, la bondad y la belleza. No debemos de vendernos por un plato de lentejas, por más que lo necesitemos. La pasaremos muy mal en muchas ocasiones, pero dormiremos tranquilos. Más vale vender helados en un carrito.

Yo he agregado un ingrediente más: para contrarrestar el sedentarismo y la ingesta irresponsable, conviene siempre hacerse tiempo para practicar un deporte y, en lo posible, tratar de comer siempre sano y en horario. Advertí en la clase que mi vida no es el ejemplo adecuado para este ingrediente (como a destiempo y fumo 20 cigarrillos diarios, además de que no practico ninguna disciplina física con regularidad), pero creo que es bueno ser consciente de ese déficit y saber diagnosticarlo para sentirse mejor, en la redacción y en la vida en general.

7 comentarios:

Sebastián Nadal dijo...

Buenos consejos. "...en la hora de cierre, no puedes ir a preguntar a los gritos: ‘¿puedes leerme este texto que acabo de terminar?’". Estem... ¿podrías pasarle el texto a Luisao Duarte? Jajaja.

EL grande JJD dijo...

Muy buena la nota, te digo que me gustó, que la subi a la página de la fundación, www.fundacionvideomed.com.ar incluso si tenés algo por el estilo manámelo que tenemos que subri algo nuevo.
Y escribile a tu vieja que me tiene LOCO. Acá de 10, todos los domingos meta asado nomas con el monstruo y el gordo Un abrazo y usa camisinha.
JJD

Martina Delacroix dijo...

No he estado durante mucho tiempo en redacciones, pero algo que me hizo muy feliz durante mis estadías en los diarios fue quedarme hasta tarde, hasta que cierre la edición del día. Se genera una química e intimidad entre los noctámbulos digna de ser disfrutada. Uno vuelve a casa livianito, sabiendo que el trabajo del día cerró.
Besos Jonh.

Alfonsina dijo...

"Es decir, un día puedes ser el lucero del alba en el firmamento, y al día siguiente simplemente nada" jajaaj es tan verdadero que me da mucha gracia, me encantaron los consejos, los tendré en cuenta, todo bien por ahi??? saludosss

el pelao dijo...

Me alegro vieja que la estés pasando tan bien. Te mando un abrazo.

El Eternauta dijo...

No podés ser tan descarado culiaau!, con ese décimo mandaMIENTO que pusiste!!

Eliana dijo...

que bueno che!! te digo que lo imprimí y lo adapté a mi profesión, solo camibé pocas cosas porque yo creo que asi habría que actuar en todos los trabajos! te mando un beso y me alegro muchisimo de todos tus logros, te lo merecés por todo lo que te esforzas... un beso enorme mio yde martín.