viernes, 12 de febrero de 2010

El hombre alto

En estos días he retomado la lectura de El cuaderno gris, de Josep Pla. Es un dietario escrito entre 1918 y 1919, de seiscientas y pico de páginas. A menudo me da la sensación de que no hay párrafo que tenga desperdicio. Por ejemplo, uno en el que el autor describe físicamente a su amigo Alexandre Plana. Dice: es un hombre alto, muy alto -tan alto que se diría que si algún día mirase a suelo tendría vértigo-. Tiene un aire hierático, parsimonioso, lento, en toda su persona. Es un estático. Esto no es debido a ninguna determinación deliberada: es debido a su altura. Es tan largo que parece estorbarse un poco. Siempre hay una parte de su cuerpo que no sabe dónde poner. Tiene que ir con cuidado de no tropezar. Por eso siempre mira adelante... tiene la cara ligeramente picada de viruela. Sus ojos, de un azul grisáceo, más que ojos de soñador, son los ojos de un hombre un poco cansado de soñar.

2 comentarios:

Sol dijo...

Qué lindo Pla! Y que desdichado su amigo Alexandre. Me hace acordar a uno propio, de dos metros, al que alguna vez me animé a preguntarle qué se siente mirar el mundo desde allá arriba. Encontraba él sus beneficios en eso, pero sí: se lo veía torpe entre tanta extensión. Besos Juanjo

pollo dijo...

Cumpa seguro que no es esa la descripción del flaco turpo?? Un placer como siempre leerlo. Que tal las gallegas? o vendrían a ser catalanas?