martes, 27 de octubre de 2009

Homónimos

Hoy leí un artículo acerca de los pesares de un joven inglés de 20 años que se llama Harry Potter, tal como el célebre personaje creado por la escritora J.K Rowling. La información me trajo a la memoria un artículo que escribí hace cuatro años para La Gaceta.com, titulado Susana Giménez, Hugo Chávez y Carlos Bianchi son tucumanos:

La comunicación fue un viernes a las 21.37, durante el horario en el que Telefé trasmite Susana Giménez.
- Hola, ¿Susana Giménez?
- Sí, ella habla. ¿Quién habla?
- Te hablamos de LA GACETA.
- Uh... sí, otra joda de vuelta.
Susana, que vive en el barrio El Salvador de esta ciudad, es viuda, tiene cinco hijos y trabaja en un lavadero automático de ropa, contó que ya está cansada de que algunos pícaros busquen el teléfono en la guía para hacerle chanzas por llamarse igual que la diva de la televisión. “Un día fui a hacer un trámite en una oficina pública. Cuando un empleado me preguntó mi nombre para comenzar a completar un formulario, le dije: ‘soy Susana Giménez’. Entonces, él se cruzó de brazos y de piernas, apoyo su espalda sobre la silla, me miró y me dijo: ‘ah, claro, entonces yo soy Mirtha Legrand’. Al principio te causa gracia, pero cuando te hacen 10.000 veces bromas parecidas... y bueno”, comentó Susana, cuyo apellido, en realidad, se escribe con J, pero en la guía telefónica figura con G. “El otro día me llamaron y me dijeron que eran de una radio. ‘¿Susana Giménez?’, le preguntaron a una de mis hijas, que, como escuchaba risas, le preguntó quién llamaba. ‘¡Queremos cobrar el premio; ganamos con el Imbatible!’, le dijeron. Entonces, yo agarré el teléfono y le dije: ‘escuchame, no te hagás el gracioso’, y le corté. Pero volvía a llamar, insistía, se reía, y después comenzó a insultarme. Eso no fue divertido. Otras veces pasó lo mismo con el premio de Ala”, dijo Susana. Como ella, hay muchos tucumanos tocayos de famosos que contaron a nuestro diario anécdotas tanto graciosas como molestas.

Algún parecido
No es venezolano. No es presidente. No es revolucionario. Tampoco anda por todos lados criticando al imperialismo ni atacando a George W. Bush. Ni es militar, aunque es policía retirado y estuvo vinculado con el Poder Ejecutivo tucumano durante 15 años, como peluquero de la gobernación. Hugo Chávez, vecino de la calle Palavecino al 500 de esta ciudad, afirmó que cuando conocen su nombre a menudo le hacen bromas, pero que siempre las recibe con alegría. “Lo veo seguido por televisión. Estoy de acuerdo con muchas cosas de él; me gusta la personalidad que tiene el tipo. No estoy en contra, así que no me disgusta tener su mismo nombre. Además, tenemos un cierto parecido: los dos somos medio petisitos”, destacó el coiffeur.
“Mirá, por tener este nombre, algunas veces terminás siendo más famosa que la famosa”, dijo Beatriz Salomón, una tucumana a la que el vedettismo no le cae nada bien. “En todos lados les da gracia cuando les digo mi nombre. En los mayoristas de golosinas, cuando iba a hacer cobranzas, me decían: ‘así que usted es la famosa Beatriz Salomón’. Yo sólo me reía. Tantas veces en la vida me dicen ese tipo de cosas, y otras que mejor ni contar”, afirmó Beatriz, que era dueña de una fábrica de cubanitos, en cuyas bolsas figuraba su nombre. “Una vez, en Buenos Aires, vi a Beatriz Salomón, pero no me acerqué a decirle nada. Nunca me gustó ella, ni su forma de pintarse, ni de vestir, ni ella misma como artista. Pero después, con todo el despiole que pasó con el marido, me pareció una persona sencilla y humilde”, dijo Beatriz, que en la actualidad se dedica a la venta de cosméticos.
“Me gustaría ser solamente el aguatero de Bianchi, para ganar un poco más de plata. Pero es imposible: soy hincha de San Lorenzo”. Carlos Bianchi es un comerciante de Concepción, de 38 años, que sostiene que anda rebuscándosela para que a su negocio le vaya cada vez mejor. “El fútbol es algo a lo que por mi trabajo nunca le di mucha importancia. La verdad, me agarrás desprevenido con esta nota, aunque me viven cargando por el nombre”, le dijo a LA GACETA, adonde llamó, después de cortar, para asegurarse de que no era una broma.

Poeta y cantante
“Cuando voy a la obra social para hacer algún trámite y me citan, todo el mundo comienza disimuladamente a reírse. Estas cosas te ponen un poco nervioso, pero con los años te acostumbrás”, afirmó Ricardo Montaner, un vecino de barrio sur. El taquígrafo contó que también escribe poemas y canciones, al igual que el cantante venezolano; aunque reveló que sólo canta en la ducha. “No soy cantante profesional. Pero me encanta la música. Cuando fue el boom de Montaner, a principios de los 90, siempre me cargaban, me pedían que les cantara canciones. Mi viejo, que tiene el mismo nombre, en cambio, se enojaba, los mandaba a la mierda. El es abogado y sufrió un montón de bromas porque tenía la placa de profesional en la puerta de su casa”, dijo.
Mercedes Sosa es un ama de casa a la que le gusta todo tipo de música, pero sólo para escucharla. “Llamaron aquí cualquier cantidad de veces, pero nada que ver. En un montón de lados me preguntan cómo me llamo y después te dicen cosas como: ‘¡ajá, qué nombrecito que tenés!’. Por eso, algunas veces, me presento como Graciela Sosa; Graciela es mi segundo nombre”, relató la mujer.
El escritor Mario Benedetti quizás nunca se hubiera imaginado que haya dos homóminos tucumanos, y menos que ambos tengan profesiones tan diferentes a la poesía: uno de ellos trabaja en un comercio de venta de pollos y el otro es camionero. “Por ahí paso con el camión y enseguida relacionan mi nombre con el poeta. Pero yo no tengo nada que ver con la poesía”, aclaró Mario, el camionero. Comentó que en su familia hablan de algún lejano parentesco con el uruguayo. “Nunca lo averiguamos, pero siempre cuentan que cuando la familia de mi papá vino de Italia, uno de sus hermanos se quedó en Uruguay, y dicen que podríamos ser familia por ese hermano”, confesó.
Carlos Calvo, Cristian Castro y Alberto Cortez también han de ser blanco de una innumerable cantidad de bromas. Al igual que Ernesto Guevara, un músico tucumano. “Una vez, fuimos a tocar con Leopoldo Deza a Bolivia, y en la frontera no me dejaban pasar. ‘Guevara, Guevara’, nombraban los gendarmes entre ellos; y empezaron a revisarme todos los bolsos. Como no encontraron nada, me dejaron pasar. La situación no fue violenta, fue más bien muy cómica”, dijo Ernesto que, pese a no ser tan conocido como el Che, no está muy lejos de la fama: es primera guitarra y voz de la banda del artista santiagueño Raly Barrionuevo. “Una vez volvía de Buenos Aires de grabar un disco con un grupo y mi mamá me contó que habían hablado a mi casa de no sé en qué diario importante de Buenos Aires para preguntar si en vivía ahí un nieto del Che Guevara que estaba grabando un disco. Le respondió que no éramos parientes. ¡Cómo no le dijo que sí, así salíamos en todos los medios”, contó entre risas. “Lo mejor fue cuando unos músicos cubanos vinieron a tocar a Tucumán y me conocieron. No podían creer que tuviera el mismo nombre del Che. Se fueron fascinados”, rememoró.
Homónimos hay en todo el mundo. Hace tres semanas, una ex alcaldesa norteamericana y propietaria de una consultora para el desarrollo de pequeños y medianos negocios visitó Tucumán, en el marco de una gira realizada por un grupo de jóvenes líderes estadounidenses. ¿Cómo se llamaba esta emprendedora de 34 años, un poco gordita y muy simpática? Araceli González. Este cronista también se ríe, ya que, por ser homónimo de un famoso guitarrista, a menudo recibe mails con elogios por joyas musicales que, en realidad, jamás interpretó.

6 comentarios:

Mel Blanc dijo...

Y pensar que en un futuro no muy lejano, habrá un juanjo dominguez que dirá que es homónimo de dos famosos, del guitarrista y del cantor (ex periodista, para entonces, supongo). Saludos.

Alfonsina dijo...

decimelo a mi, que desde q salió en tinelli esa mina campeona internacional del baile del caño, q se llama como yo, me gastan de una forma impresionante ja, saludosss

Sebastián Nadal dijo...

¿Completo tu lista? Mi viejo se llama Rafael. Me acuerdo del día en que vino, matándose de risa, a contarnos que había un tenista pendejo que se llamaba como él. Después el (para nosotros segundo, para el resto del mundo primer) Rafa Nadal se hizo híper conocido, y dejó de hacerle gracia a mi viejo.
Más allá de los chistes típicos que le hacen (y a mí y a mis hermanos también, yo ya me cansé y digo que soy primo del Rafa), más de una vez tuvo problemas para comprar algo o reservar alguna habitación de hotel, porque al decir su nombre no le creían.
Saludos viejo, copado el post.

ioqui dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ioqui dijo...

Muy bueno che. Lo gracioso es que acá en Tucumán, tengas homónimo o no, siempre te andan preguntando "que sos de tal y tal?". Bueno, a mi siempre me preguntan, obviamente, mi parentezco con tu colega Carlos, con quien poca relación tenemos. Más gracioso era cuando estaba de novia con mi pariente lajano el guitarrista, que también tiene cierta fama.
La gente se reía y padecía, por mi y por los hijos, en el caso de un posible casamiento.Yo decía que directamente a mi apellido le iba a a agregar un "idem" Pero siempre me reía cuando me preguntaban que era del músico y les contestaba "novia y prima´". Cuando viajamos nos pasó algo parecido que a Ernesto. A los carabineros chilenos no les conveníca en lo absoluto que estuviéramos abrazados y cruzando la frontera: 'qué es usted de la señorita?', preguntaban ofuscados y confundidos. Sospecho que creían que éramos unos hermanos incestuosos que andaban huyendo,o que él, era una especie de "tío degenerado" que se la llevaba lejos a la sobrina para que la familia no lo molestara.
Un beso querido, me encantó el post.

Anónimo dijo...

Che hermanitoo vos también tenes un tocayo "famoso"...y no me refiero al papá sino a Juanjo Dominguez ese gran amigo de Calamaro!

LMD.