jueves, 7 de enero de 2016

Apuntes de El medio es el masaje

• Durante los periodos de grandes transiciones tecnológicas y culturales surgen, invariablemente, innumerables confusiones y un profundo sentimiento de desesperación. Nuestra Era de la Ansiedad se debe, en gran medida, a que tratamos de realizar las tareas de la actualidad con las herramientas del pasado, y con los conceptos del pasado.
• Las guerras, las revoluciones y los levantamientos civiles son interfaces en los nuevos entornos creados por los medios de información electrónicos.
• Nuestra época ofrece la oportunidad singular de aprender por medio del humor: una broma perspicaz o incisiva puede ser más significativa que los tópicos que se hallan entre las dos tapas de un libro.
• Las ideas más antiguas y tradicionales sobre la existencia de acciones y pensamientos privados y aislados —los patrones de las tecnologías mecanicistas— se ven seriamente amenazadas por los métodos nuevos de recuperación instantánea y eléctrica de información, por el almacenamiento electrónico y computarizado de expedientes: esa gran sección de chismes que no perdona ni olvida, de la que no podemos obtener redención, que no permite eliminar los primeros «errores».
• ¿Cómo se programará el nuevo entorno, ahora que nos hemos involucrado tanto los unos con los otros, ahora que todos nos hemos convertido en mano de obra involuntaria que trabaja para el cambio social?
• El remolino mundial de información engendrado por los medios eléctricos —las películas, el satélite Telstar, la aviación— sobrepasa por mucho toda la posible influencia que pueden ejercer mamá y papá.
• Existe una diferencia abismal entre el aula y el entorno moderno de información eléctrica integrada de la casa. El niño televidente de hoy en día está sintonizado con las noticias «adultas» de última hora —inflación, disturbios, guerra, impuestos, crimen, bellezas en traje de baño— y se desconcierta al entrar en el entorno decimonónico que todavía caracteriza al sistema educativo, en donde la información es escasa pero se encuentra ordenada y estructurada en patrones, materias y horarios fragmentados y clasificados.
• El «niño» fue un invento del siglo diecisiete; no existía en, digamos, la época de Shakespeare. Hasta ese momento, se había fusionado con el mundo adulto, y no había nada que pudiera llamarse niñez, en el sentido que le damos nosotros.
• En el entorno informativo eléctrico, los grupos minoritarios ya no se pueden contener ni ignorar. Son demasiadas las personas que saben demasiado sobre los demás.
• Imponemos las formas de lo viejo al contenido de lo nuevo. La enfermedad persiste.
• A menudo existe un vínculo extraño entre las personas antisociales: su poder para ver los entornos como realmente son. 
• El humor como sistema de comunicación y como sonda de nuestro entorno (de lo que está pasando de verdad) nos permite la herramienta antientorno más atractiva. No se ocupa de la teoría sino de la experiencia inmediata y a menudo es la mejor guía de las percepciones cambiantes.
• El humor de hoy en día no tiene trama... no tiene orden.
• El profesionalismo es ambiental. El amateurismo es antiambiental. El profesionalismo funde al individuo en patrones de entorno total. El amateurismo busca el desarrollo de la conciencia total del individuo y el conocimiento crítico de las reglas básicas de la sociedad. El amateur puede permitirse perder. El profesional tiende a clasificar y a especializarse, a aceptar sin críticas las reglas del entorno. Las reglas básicas proporcionadas por la respuesta masiva de sus colegas sirven como un entorno penetrante, que ignora con satisfacción. El «experto» es el hombre que permanece en un mismo lugar.
• El aula se halla ahora en una lucha vital para sobrevivir al mundo «exterior», enormemente persuasivo, creado por los nuevos medios informativos. La educación debe cambiar la instrucción y la imposición de estarcidos por el descubrimiento, la investigación, la exploración y el reconocimiento de lenguaje de las formas.
• La juventud de hoy rechaza los objetivos. Quieren roles: R-O-L-E-S. Es decir, una participación total. No quieren objetivos o trabajos fragmentados y especializados.
• La deserción representa un rechazo a la tecnología decimonónica tal como se manifiesta en nuestras instituciones educativas. La educación participativa representa un esfuerzo creativo que intercambia el «paquete» por el descubrimiento en el proceso educativo.
• Ni siquiera un escritor tan imaginativo como Julio Verne pudo prever la rapidez con que la tecnología eléctrica produciría medios informativos. Pronosticó, temerariamente, que la televisión se inventaría en el siglo veintinueve.
• Las obras de ciencia ficción de la actualidad presentan situaciones que nos permiten percibir el potencial de las nuevas tecnologías.
• Hollywood ayudó a reforzar el sentido de carencia de los derechos básicos, y ese sentido de carencia ha desempeñado un gran papel en las revoluciones nacionales del continente asiático de la posguerra.
• El arte es salirse con la suya.
• La propaganda termina donde comienza el diálogo.

Todo esto lo publicó Marshall McLuhan en 1967.