sábado, 27 de septiembre de 2008

Un clásico

Me acordaba el otro día lo bueno que era el grabador doble casetera. Esos aparatos eran de los pocos que permitían acopiar música con la mayor fidelidad de sonido (en esa época, claro está). Hasta que se masificaron, y obviamente antes de que surgiera el compact disc (CD), para grabar un casete había que tener dos equipos: poner a reproducir el casete original en uno y, en simultáneo, y bien cerquita, presionar juntos los botones play y record para grabar el casete virgen en el otro; y hacerlo todo en una habitación cerrada, en el mayor de los silencios, para evitar que se grabaran ruidos externos. También se podía grabar casetes que no fueran vírgenes, tapándoles con cinta scotch los dos agujeritos de arriba. Una familia vecina del departamento de San Lorenzo 980, en el que viví hasta los 12 años, tenía un doble casetera; y yo pasaba tardes enteras grabando casetes. Ese equipo estaba bueno, porque tenía lo que se llamaba copiado rápido, que posibilitaba la grabación en una velocidad mayor que la de la reproducción; pero se decía que eso le hacía perder calidad a la grabación. Qué masa que eran esos aparatos. Qué feliz fui cuando mi viejo cayó a mi casa con uno. Ya ni sé qué se hizo.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Fantasía hospitalaria

A los cirujanos se les va la mano. Y a las enfermeras, también. Según publicó Télam esta semana, dos enfermeras del hospital municipal de la localidad bonaerense de Saavedra fueron separadas de sus cargos por haberse sacado fotos en ropa interior, en su lugar de trabajo. Las fotos circularon por los teléfonos celulares de sus compañeros y de varios vecinos. “Este hospital siempre tuvo un buen nombre y queremos que siga así. No tenemos mucha explicación de lo que pasó pero de allí a sacarse fotos y encima mandarlas para que las vieran otras personas es algo raro”, dijo el director del nosocomio, Raúl Wagner, según la agencia oficial de noticias. En el cielo, Olmedo y el gordo Porcel deben estar cagándose de risa.

martes, 9 de septiembre de 2008

Agostamiento

En los últimos días escuché a dos amigos míos anticipar que cerrarán sus blogs próximamente. ¿El motivo? La escasez de temas para subir. Quiero creer que esto no es tan así. No voy a caer en el cliché de afirmar que los periodistas -la mayoría de los blogs que conozco pertenece a periodistas- no pueden tirar la toalla por falta de ideas para postear. Decir eso sería una cabronada. Pero sí considero que ese argumento, el de la escasez de temas, no es acabado ni convincente. Espero que las advertencias de mis amigos hayan sido, en realidad, golpes de efecto para plantear la incomodidad y acaso el fastidio que provocan esos largos períodos de sequía, a los que hay que entender como lógicos, normales, si se quiere. No sé si será la época del año, de mucho trabajo, o la falta de lluvias o la campaña electoral en Estados Unidos o la separación de Graciela Alfano con Matías Alé o qué se yo; pero he notado que muchos de los blogs que habitualmente visito están demorando las actualizaciones más de la cuenta. Y no los culpo; a los autores, mejor dicho, porque estimo que en la mayoría de los casos hubo algún lapso en que cada blog se mantuvo inmóvil. En mi caso esto se dio varias veces. Por eso, no los culpo, insisto. Pero desde aquí por lo menos van a llevarse, si alguno ha llegado ya a esta parte de este aburrido post, una breve arenga: no aflojen y sigan posteando.

(¿Se nota mucho que estoy en casa, con gripe, y que no tengo absolutamente nada para postear?)

sábado, 6 de septiembre de 2008

La noche, el amanecer y el atardecer


Anoche vi La vie en rose, sobre la vida de Edith Piaf. Me gustaron muchas cosas de la película; en particular, algunos diálogos. El que aquí destaco aparece casi al final del filme, cuando el gorrión de París, ya en el ocaso de su carrera y de su vida, concede una entrevista a una joven periodista, en una playa, mientras teje un suéter.

- ¿Le gusta la noche?
- Sí, con muchas luces.
- ¿Le gusta el amanecer?
- Con piano y con amigos.
- ¿Y el atardecer?
- Sí, porque para nosotros es el amanecer.